Tus manos me dicen que sabes
acariciar, sujetar, sostener… y también pegar algún puñetazo si es necesario.
Me dicen que cuente esas pecas, que no saben qué hacer con ellas. Dicen también
que dibujar no lo hacen muy bien, pero que escribir lo hacen de puta madre.
Dicen que si estoy triste me harán sonreír alzándome las comisuras, y que si
fuera necesario aprenderán juegos de magia. Dicen que tienen heridas, roces y
cicatrices y que si tengo tiempo y paciencia, me contarán todas sus historias.
Me dicen también que no sabes cocinar, y que te recuerde, como favor hacia
ellas, que el horno, después de hacer una pizza, quema. Dicen que se han roto
algún que otro metacarpo, pero que nunca han tenido miedo a un reto. Dicen tus
manos que deje de hablar con ellas y que les presente a las mías, que quieren
conocerlas. Que charle con tu boca, dicen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario