domingo, 15 de mayo de 2011

Maneras de esperar

Imagino un futuro, escribo con bolígrafo negro y dibujo atardeceres morados. Paso bajo tu ventana sin alzar la mirada. Salgo de fiesta, sonrío con labios agrietados, doloridos de besar a otros. Me aparto el pelo de los ojos, no acepto regalos ni cumplidos, pero sí caricias. Aún así te espero, aún. Te busco con los ojos pero no pregunto por ti. Sigo caminando con sandalias, me visto con pantalones cortos y bebo vino por la tarde, sentada  en la hierba. Sonrío con labios agrietados, doloridos. Pero sigo esperando. Hay un hueco en mi bolsillo para el móvil, un móvil que siempre espero que suene, un timbre que espero vibre. Aún sigo esperando. Espero tu conversación hasta las tantas de la madrugada, espero amanecer contigo al otro lado de la línea. Si me preguntan, hablo de todo y nada y pido que pongan esa canción que me recuerda a ti. Bailo con los ojos cerrados. Me dejo llevar, cuido mis heridas y me pinto las uñas. Intercambio risas con desconocidos. No hay tristeza en mi voz pero sí detrás de mis ojos. Escribo en el espejo frases con carmín y sonrío al reflejo, con labios agrietados, doloridos, cansados. Te espero, pero también me muevo con el viento, y no siempre estaré ahí.



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